martes, 11 de junio de 2013

ESTADÍSTICAS INTERNACIONALES

ESTADÍSTICAS INTERNACIONALES

De acuerdo con las Naciones Unidas, 158,8 millones de personas por todo el mundo consumen marihuana… más del 3,8% de la población mundial.

  • Más de 94 millones de personas en los Estados Unidos han admitido consumirla al menos una vez.
  • De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y Salud de 2007, 2,1 millones de personas en los Estados Unidos probaron la marihuana por primera vez ese año.
  • El 6,7% de chicos entre los 12 y 17 años de edad eran usuarios comunes de marihuana en 2007.
  • De acuerdo a las estimaciones del gobierno de los Estados Unidos, la producción local de marihuana se ha incrementado diez veces en los últimos veinticinco años: de 1.000 toneladas métricas en 1981 a 10.000 toneladas métricas en 2006. No es sorprendente, que el 58% de los jóvenes de 12 a 17 años declaren que el porro es fácil de obtener. Los consumidores de marihuana en los Estados Unidos gastaron unos 10,5 mil millones de dólares en esta droga el año 2000.
  • En 2005, 242.200 visitas en salas de urgencias en los Estados Unidos implicaban marihuana.
  • De acuerdo con la Agencia Antidroga de los Estados Unidos, un elevado porcentaje de aquellos que fueron arrestados por crímenes dieron positivo en el test de consumo de marihuana. A nivel nacional, el 40% de los adultos a los que se les hizo la prueba dieron resultados positivos en el momento de su arresto.
  • De los adultos de 26 años o más, que usaron marihuana antes de los 15, el 62% pasaron a consumir cocaína en algún momento de su vida; el 9% pasaron a consumir heroína al menos una vez; y el 54% hicieron uso no recetado de fármacos que alteran la mente.
  • Después del alcohol, la marihuana es la segunda sustancia que más frecuentemente se encuentra en el cuerpo de los conductores involucrados en accidentes automovilísticos fatales.

MARIHUANA: SUS ANTECEDENTES

MARIHUANA: SUS ANTECEDENTES

La planta de cáñamo índico (de la cual se elaboran drogas como la marihuana y el hachís) se cultivó para usarse como alucinógeno hace más de 2.000 años.
Aunque el cannabis contiene más de 400 componentes químicos diferentes, el ingrediente principal que afecta a la mente es el THC. La cantidad de THC en la planta del cáñamo determina el poder de la droga. El clima, la tierra y otros factores determinan el porcentaje de THC que se encuentra en la planta. Pero con el uso de las técnicas de cultivo modernas, el cultivador de cáñamo ha desarrollado variedades de cannabis que tienen niveles mucho más altos de THC que en el pasado. Los niveles de THC eran de un promedio de un 1% en 1974 y un 4% en 1994. En 2008, los niveles alcanzaron el 9,6%, el nivel más alto hasta entonces desde que se iniciara el análisis de drogas en la década de los 70.
Una forma de cannabis, llamada “sin semilla”, puede contener niveles de THC del 7,5% hasta un máximo del 24%.

ALCOHOL CONTRA MARIHUANA

¿Es lo mismo fumar un porro de marihuana que beber alcohol?
Tú decides. Aquí están los hechos:
El alcohol sólo consiste de una sustancia: el etanol. La marihuana contiene más de 400 sustancias químicas conocidas, incluyendo las mismas sustancias que causan el cáncer, y que se encuentran por fumar tabaco. A diferencia de los fumadores de tabaco, los fumadores de marihuana tienden a aspirar profundamente y a retener el humo tanto como sea posible para aumentar el efecto de la droga, empeorando así el daño a los pulmones.
El alcohol se elimina del cuerpo en unas pocas horas; pero el THC se queda en el cuerpo durante semanas, posiblemente meses, dependiendo del tiempo y la intensidad con que se usa.
El THC daña el sistema inmunológico. El alcohol no lo hace.
Aquí no tenemos la intención de minimizar los daños del consumo de alcohol, el cual puede ser igualmente dañino. Los consumidores, sin embargo, necesitan ser conscientes de que las sustancias químicas en la marihuana, algunas de ellas causantes de cáncer, se encuentran aún en el cuerpo mucho después de haber tomado la droga.

La planta de cáñamo índico (de la cual se elaboran drogas como la marihuana y el hachís) se cultivó para usarse como alucinógeno hace más de 2.000 años.
Aunque el cannabis contiene más de 400 componentes químicos diferentes, el ingrediente principal que afecta a la mente es el THC. La cantidad de THC en la planta del cáñamo determina el poder de la droga. El clima, la tierra y otros factores determinan el porcentaje de THC que se encuentra en la planta. Pero con el uso de las técnicas de cultivo modernas, el cultivador de cáñamo ha desarrollado variedades de cannabis que tienen niveles mucho más altos de THC que en el pasado. Los niveles de THC eran de un promedio de un 1% en 1974 y un 4% en 1994. En 2008, los niveles alcanzaron el 9,6%, el nivel más alto hasta entonces desde que se iniciara el análisis de drogas en la década de los 70.
Una forma de cannabis, llamada “sin semilla”, puede contener niveles de THC del 7,5% hasta un máximo del 24%.


¿QUÉ ES MARIHUANA?

¿QUÉ ES MARIHUANA?

Es la palabra que se usa para describir las flores secas, semillas y hojas de la planta de cáñamo índico. En la calle, es conocida por muchos otros nombres, tales como: cáñamo, churro, doña juana, hachís, hierba, mary jane, mafú, mari, juana, maría, monte, mota, pasto, porro, THC y yerba.
El hachís es un derivado de la marihuana, hecho con las resinas de la planta de cáñamo índico. También llamado chocolate, hachís o canuto, en promedio es 6 veces más fuerte que la marihuana.
El término “cannabis” describe a cualquiera de las diferentes drogas que proceden del cáñamo índico, incluyendo marihuana y hachís.
Independientemente del nombre, esta droga es un alucinógeno; una sustancia que distorsiona la manera en que la mente percibe el mundo en el que vives.
El ingrediente químico del cannabis que crea esta distorsión es conocido como “THC”. La cantidad de THC encontrado en cualquier volumen de marihuana puede variar sustancialmente, pero en general, el porcentaje de THC se ha incrementado en los últimos años.

¿CÓMO SE USA?

La marihuana es una mezcla de hojas secas, tallos, flores y semillas de la planta del cáñamo índico. Tiene un color normalmente verde, marrón o gris.
La marihuana es una mezcla de hojas secas, tallos, flores y semillas de la planta del cáñamo índico. Tiene un color normalmente verde, marrón o gris.
El hachís es una resina marrón clara, marrón o negra que se seca y se prensa en barras, lingotes o bolas. Cuando se fuma, tanto la marihuana como el hachís emiten un aroma dulzón y característico.
El hachís es una resina marrón clara, marrón o negra que se seca y se prensa en barras, lingotes o bolas. Cuando se fuma, tanto la marihuana como el hachís emiten un aroma dulzón y característico.
La marihuana es la droga ilegal que más se consume en el mundo. Una encuesta hecha en 2007 encontró que 14,4 millones de individuos sólo en los EE.UU. habían fumado marihuana al menos una vez durante el mes previo a la fecha de la encuesta.
La marihuana normalmente se fuma como un cigarrillo (porro), pero se puede fumar también en una pipa. Con menos frecuencia, se mezcla con alimento y se come o se prepara como té. Algunas veces, los consumidores abren los cigarrillos y quitan el tabaco, reemplazándolo con marihuana, lo llaman un “peta”. Los porros y petas algunas veces se mezclan con otras drogas más potentes, tales como el crack o PCP (fenciclidina, un poderoso alucinógeno).
Cuando una persona fuma un porro, normalmente siente sus efectos en minutos. Las sensaciones inmediatas son: incremento del ritmo cardíaco, disminución de la coordinación y equilibrio, un estado mental irreal de “ensueño” y alcanzan su clímax dentro de los primeros 30 minutos. Estos efectos a corto plazo desaparecen normalmente en dos o tres horas, pero podrán permanecer más tiempo, dependiendo de la cantidad tomada por el consumidor, la potencia del THC y la presencia de otras drogas introducidas en la mezcla.
Como el consumidor típico aspira más humo y lo retiene más tiempo que si fuera un cigarrillo, un solo porro crea un impacto severo en los pulmones. Aparte del malestar que se asocia al dolor de garganta y a los resfriados, se ha encontrado que el consumo de un porro le expone a uno a los químicos que producen el cáncer tanto como lo haría el fumar cinco cigarrillos.
Las consecuencias mentales del uso de la marihuana son igualmente graves. Los fumadores de marihuana tienen una memoria y aptitud mental más pobres que los no fumadores.
Animales a los que les fue suministrada marihuana por parte de investigadores llegaron a sufrir incluso daños estructurales en el cerebro.

NOMBRES CALLEJEROS

MARIHUANA

Mari Juana

Grifa

Hierba

María

Canuto

Caño

Porro

La verde

HACHÍS

Canuto

China

Chocolate


LO QUE TE DIRÁN LOS TRAFICANTES

LO QUE TE DIRÁN LOS TRAFICANTES

Cuando se encuestó a adolescentes para averiguar por qué habían empezado a consumir drogas, el 55% contestó que fue debido a la presión de sus amigos. Ellos querían estar en la onda y ser populares. Los traficantes saben esto.
Se te acercan como un amigo y ofrecen “ayudarte” con “algo para olvidar”. La droga te “ayudará a integrarte” o “estar en la onda”.
Los traficantes, motivados por las ganancias que obtienen, dirán cualquier cosa para que compres sus drogas.
Ellos te dirán que “la cocaína hará de tu vida una fiesta” y que “la heroína es una cálida manta”. Si tú tomas éxtasis, “podrás estar con un montón de chicas”.
A ellos no les importa si las drogas arruinan tu vida en tanto se les pague. Todo lo que les importa es el dinero. Antiguos traficantes han admitido que veían a sus compradores como “peones en un juego de ajedrez”.
Conoce los hechos acerca de las drogas. Toma tus propias decisiones.

CONSUMO DE FÁRMACOS CON RECETA

El abuso de fármacos con receta se ha vuelto un problema más serio que el de la mayoría de las drogas callejeras. Analgésicos, tranquilizantes, antidepresivos, pastillas para dormir y estimulantes pueden parecer “seguros” debido a que han sido recetados por los médicos, pero pueden ser tan adictivos y potentes como la heroína o la cocaína que se vende en la calle. El analgésico OxyContin, por ejemplo, es tan potente como la heroína y afecta al cuerpo de la misma manera. El uso continuo de analgésicos, depresivos (“tranquilizantes”), estimulantes o antidepresivos puede llevar a la adicción, y a los dolorosos síntomas de la abstinencia a los que intentan dejarlos.
Aquí se dan sólo algunos de los efectos de estas drogas.
Analgésicos: OxyContin, Fentanyl, morfina, Percodan, Demerol son unos pocos de una larga lista de analgésicos. Los efectos pueden incluir respiración ralentizada, náusea e inconsciencia. El consumo puede llevar a la adicción.
Depresivos: Estas drogas, que disminuyen la actividad cerebral, y las funciones del sistema nervioso incluyen: Xanax, Zyprexa, Amytal, Seconal, Valium y muchas otras. Los efectos pueden incluir problemas cardiacos, aumento de peso, fatiga1 y dificultad para hablar. El uso continuo puede llevar a la adicción.
Estimulantes: Estas drogas aceleran el ritmo cardiaco y la respiración, parecido al “speed” o a la cocaína. Incluyen: Ritalín, Aderal, Concerta y drogas conocidas como “caramelos”. Los efectos incluyen un aumento de la presión arterial y el ritmo cardiaco, hostilidad y paranoia.
Antidepresivos: Prozac, Paxil, Zoloft y Celexa son algunos de los antidepresivos más comúnmente usados. Los efectos pueden incluir: arritmia cardiaca, reacciones paranoicas, pensamientos violentos o suicidas y alucinaciones. Su uso prolongado puede llevar a la adicción.
Analgésicos, tranquilizantes y antidepresivos son responsables de más muertes por sobredosis en Estados Unidos que la cocaína, la heroína, la metanfetamina y anfetaminas combinadas.

CONSUMO DE FÁRMACOS CON RECETA

El abuso de fármacos con receta se ha vuelto un problema más serio que el de la mayoría de las drogas callejeras. Analgésicos, tranquilizantes, antidepresivos, pastillas para dormir y estimulantes pueden parecer “seguros” debido a que han sido recetados por los médicos, pero pueden ser tan adictivos y potentes como la heroína o la cocaína que se vende en la calle. El analgésico OxyContin, por ejemplo, es tan potente como la heroína y afecta al cuerpo de la misma manera. El uso continuo de analgésicos, depresivos (“tranquilizantes”), estimulantes o antidepresivos puede llevar a la adicción, y a los dolorosos síntomas de la abstinencia a los que intentan dejarlos.
Aquí se dan sólo algunos de los efectos de estas drogas.
Analgésicos: OxyContin, Fentanyl, morfina, Percodan, Demerol son unos pocos de una larga lista de analgésicos. Los efectos pueden incluir respiración ralentizada, náusea e inconsciencia. El consumo puede llevar a la adicción.
Depresivos: Estas drogas, que disminuyen la actividad cerebral, y las funciones del sistema nervioso incluyen: Xanax, Zyprexa, Amytal, Seconal, Valium y muchas otras. Los efectos pueden incluir problemas cardiacos, aumento de peso, fatiga1 y dificultad para hablar. El uso continuo puede llevar a la adicción.
Estimulantes: Estas drogas aceleran el ritmo cardiaco y la respiración, parecido al “speed” o a la cocaína. Incluyen: Ritalín, Aderal, Concerta y drogas conocidas como “caramelos”. Los efectos incluyen un aumento de la presión arterial y el ritmo cardiaco, hostilidad y paranoia.
Antidepresivos: Prozac, Paxil, Zoloft y Celexa son algunos de los antidepresivos más comúnmente usados. Los efectos pueden incluir: arritmia cardiaca, reacciones paranoicas, pensamientos violentos o suicidas y alucinaciones. Su uso prolongado puede llevar a la adicción.
Analgésicos, tranquilizantes y antidepresivos son responsables de más muertes por sobredosis en Estados Unidos que la cocaína, la heroína, la metanfetamina y anfetaminas combinadas.